Inmortal

No es que no pueda vivir sin ti.

Porque si puedo ser feliz,

Como un monje cosmopolita saboreando su existencia y soledad.

 

He despertado, he abierto los ojos inflamados.

La felicidad está en mí y no en tu jardín.

 

Y vaya que me ha costado entenderlo,  caídas y recaídas,

aún llevo raspadas las rodillas,

tatuajes que no se borran,

Y cicatrices que van desapareciendo orgánicamente día a día.

 

No es que no pueda sonreír sin ti, pero mis carcajadas son abundantes, 

Y mi cielo azul es más azul cuando se junta con el tuyo.

Respiro en paz ya,  pero quiero seguir  escuchando  tu respiración.

 

Ni siquiera necesito verte, no hay un apego, una fecha de inicio ni caducidad.

Yo no te espero, ni te extraño, ni te anhelo,

Ya no somos esclavos de nuestros deseos, lo nuestro es inmortal.

 

No es que no pueda existir sin ti,

Pero qué bien que se siente entender  la curva de tu voz, saber que estás bien y yo también.

 

Es como la lluvia sobre  las plantas , haces florecer mi creatividad,

Estalla lo mejor de mi y me inspiras a dar más.

 

Es hasta mágico sentirse comprendid@ por primera vez, sin forzar, sin solicitar.

Caminar sin pensar y sin pánico a soltar, sin angustia, sin temor.

 

No paro de reír sin motivo ni razón, 

Esto ha de ser lo que llaman libertad. 

 

Somos inmortales amigo,

andamos de pasada, no buscamos, ya no importa nada,

Si llueve o sale sol,  sí viajamos ligero o si me dices que no.