Ella sostiene que la vida está llena de opciones , elecciones y decisiones. También dice que nosotros elegimos nuestra propia felicidad. Que nosotros creamos las condiciones para que esto suceda.
Ella además solía decirme mirando la noche despejada de la selva, que las oportunidades algunas veces pasaban como estrellas fugaces y que debíamos usar nuestro instinto para cogerlas con coraje cuando las viéramos. En ese entonces, a mis seis años de edad me imaginaba volando en el cielo, trepada en una de esas estrellas que apresuradas, pasaban dejando escarchado el negro del firmamento.
Diez años más tarde Ella, mi madre, me volvería a decir lo mismo, mientras se despedía de mí, entregándome en las manos mi maleta y ticket de viaje. Camino a la estación, me eché a llorar porque yo quería quedarme a su lado para siempre, en ese pequeño pueblo bañado por el Océano Pacifico cuyos atardeceres eran mágicas naranjas cortadas a pedazos.
En ese mismo puerto conocí a Giovanni un muchacho de nariz graciosamente respingada. La primera vez que lo vi, llevaba puesto un uniforme blanco de esos que se usan para practicar artes marciales. Lo vi en el barrio, al frente de mi casa. De pie, alto, atlético, bastante apuesto. El se dio cuenta que yo lo observaba con curiosidad desde el otro lado de la calle y nos quedamos mirando como hipnotizados. Algunos llaman esto amor a primera vista , a esta edad , en la actualidad yo lo llamaría 'atracción física'... a primera vista.
No tengo claro como nos hicimos amigos , ni tampoco quien le habló a quien primero . Pero si recuerdo que me declaró su amor en una carta, la cual me pidió que no abriera hasta que yo llegara a casa. Pero rebelde y adolescente, no le hice caso y la leí en su presencia, antes de que él comenzara con sus prácticas de artes marciales en el club.
Cuando entendi sus dulces palabras ahi escritas a puno y letra, por primera vez sentí esas mariposas que todo el mundo dice sentir en el estómago. Sus mejillas se pusieron rosadas , así que emocionada salté sobre él, lo cogí de la solapa contra la pared , lo besé para despues cual princesa asustada salir corriendo de ahí.
Ese fue el inicio de mi primer amor... si es que fue amor. Real, intenso , dulce, inocente y honesto.
Debido a esas razones y otras más, meses después, aquel día que mi madre me conducía a la estacion , mis lágrimas se precipitaban como una garúa silenciosa, porque sabía que me iba de ese lugar de a pocos y para siempre . Que no vería más a Giovanni, a mi reducida familia, a los amigos de la escuela secundaria, a mis vecinos del barrio , a mi gato, mi habitación, a esa porción del Pacífico y su gente.
Ella notándome tan acongojada, respiro profundo y me dijo:
-Si quieres ser lo que tu sueñas, si quieres convertirte en una periodista , si quieres escribir o trabajar en una canal de televisión tienes que ir, estudiar y encontrar aquello que quieres ser, aquello que te haga feliz. Eres joven, tienes muchas opciones, tu vida aun es un papel en blanco y lo será siempre que quieras empezar de cero. No temas.
Puedes quedarte aquí en este pueblo , este es tu hogar, puedes casarte con Giovanni cuando seas mayor de edad si quieres, si es lo que crees que te hará feliz, o puedes coger este ticket y descubrir lo que te espera más allá. Recuerda que la vida está llena de oportunidades de opciones y decisiones . Por lo que a mi respecta , yo siempre estaré contigo a donde vayas-.
Me quede pensando por un breve momento, contemplando el viejo piso de mármol herencia colonial , a las vigas del techo elevado y a mis alrededores , en el fondo desde los parlantes una voz invitaba al abordaje, así que presurosa tomé el boleto de viaje de sus manos heladas , le di el abrazo más doloroso que pude experimentar en mi vida y me subí a la estrella, sin mirar atrás para no llorar más y esta me llevó volando aquella noche, así suavemente , dejando su escarcha sobre el pueblo costero, sobre las dunas del desierto, sobre el mar , la luna , sobre los cabellos de mi madre , mis recuerdos bellos y mis sueños.