Un día le dije a mi madre sentada en la banca de un parque
Que lo que me rodeaba, no era suficiente para ser feliz,
Así que subí en un avión, quizá dos, o diez,
O más ya no importa.
Flote sobre ríos y océanos
Camine en tierras de diferentes texturas y colores
Hasta llegar al asfalto , y a las selvas de concreto.
Experimente climas y temporales,
Di'as de insomnio,
Testigo de pobrezas y riquezas,
Me perdí en el horizonte, me perdí.
He hablado idiomas,
O aprendí sin remedio
A expresarme de otras formas.
Temí a lo desconocido,
Juzgue desde una atrevida ignorancia,
Y ausencia de sabiduría
Que solo los años y los golpes de la humanidad ,
O del alma nos enseñan irremediablemente.
He visto colores, percibido olores,
Desperté en lugares inimaginables,
Hubieron días claros,otros oscuros
De ojos vendados , sedados
Por el bullicio del mundo, de la ganancia
De ser el primero.
Días de corazones asustados, rechazados.
Gané mucho, pero me extravié y perdí a muchos en el camino.
Hasta que un día todo se detuvo,
Qued'e sentada en una esquina sin bandera,
Sin nacionalidad, nueva identidad
Sin cultura o con muchas,
Sin lenguaje propio o con la mezcla de otros.
Mi realidad, si es que fue real, se detuvo,
Para respirar, para dejar de pensar, de ganar
Dejar de temer, de planear.
Días confusos , huecos profundos,
Humanos que llegaron a mi vida
De pasada o para quedarse,
Trayendo mensajes para aprender,
-Lo de ayer se queda en el pasado
lo de hoy que es lo que podría trascender-.
Pase la mitad de mi vida flotando ,
En mis cuartos vacíos
Deambulando por el mundo
Buscando aquel tesoro que llamamos felicidad.
La encontré! ¡Todo este tiempo estuvo aquí!
Dentro de m'i.